jueves, 17 de mayo de 2018

sistema digestivo enterico

                    Sistema nervioso entérico


El sistema nervioso entérico (SNE) es una subdivisión del sistema nervioso autónomo que se encarga de controlar directamente el aparato digestivo. Se encuentra en las envolturas de tejido que revisten el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon. Es el objeto principal de estudio de la neurogastroenterología.

El SNE es bastante grande y está compuesto por una red de cien millones de neuronas, la milésima parte de las del encéfalo y tantas como en la médula espinal,​ repartidas por los 10-12 metros (aproximadamente) de tubo digestivo.​ Es además, un sistema muy complejo, consistente en una red neuronal capaz de actuar independientemente del encéfalo, de recordar, aprender...; en ocasiones se habla de "segundo cerebro". [cita requerida]
Se trata de un sistema local, organizado muy sistemáticamente y con capacidad de operación autónoma, comunicado con el sistema nervioso central (SNC) a través de los sistemas simpático y parasimpático. Estos envían información motora al intestino, al mismo tiempo que éste envía información sensitiva al SNC
Ya sabemos que el cerebro contiene neuronas, lo que es llamativo es que el intestino también: el tubo digestivo contiene más de 100 millones de neuronas distribuidas en un sistema nervioso propio: el sistema nervioso entérico, que secretan las mismas sustancias que las que se encuentran en nuestro sistema nervioso central. Existen vías nerviosas que conectan específicamente las áreas cerebrales relacionadas con nuestras emociones y pensamientos, el sistema inmune, el sistema endócrino y el sistema nervioso entérico entre sí. Cuando la función en esta conexión se ve perturbada, podemos presentar síntomas gastrointestinales e, incluso, emocionales

¿Cuál es el papel de la serotonina en nuestro cuerpo?
Existen ciertos neurotransmisores (que podríamos decir que son las "palabras" que dicen las neuronas, o la comunicación de las neuronas entre sí) que se encuentran tanto en células del intestino como del cerebro. Un neurotransmisor fundamental es la serotonina, que es la hormona que está relacionada con el bienestar, el comportamiento, la actividad sexual y el sueño; si bien la tenemos en el cerebro y está muy asociada a los trastornos de ansiedad y depresivos, también está en el intestino: hay mucha más serotonina en el intestino que en el cerebro.

El 90% de la serotonina corporal total se sintetiza en el intestino y tiene implicancia directa en síntomas gastrointestinales. En este sentido, nuestra dieta es importante, porque esta serotonina se forma a partir de una sustancia que se llama triptófano, un aminoácido esencial, que solo se obtiene a través de la alimentación. Ahí empezamos a ver la relación entre el cerebro, el intestino y la dieta.
¿Por qué se dice que nuestro sistema digestivo es nuestro "segundo cerebro"?
Porque el intestino tiene la capacidad de trabajar de dos formas: de manera independiente y en conexión con el cerebro. Esta conexión con el cerebro (eje cerebro-intestinal) es bidireccional, es decir, va del cerebro al intestino, y viceversa. Desde hace mucho sabemos que muchas alteraciones emocionales, cuestiones psíquicas, repercuten a nivel intestinal, como las sensaciones de "no paso a esta persona", "no lo trago", tengo tristeza y pierdo el apetito. Pero en los últimos años se ha visto que la comunicación del intestino hacia el cerebro es mucho más intensa, ya que hay un mayor número de fibras que comunican en esa dirección.

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